Hoy miércoles de la octava de Pascua
Jesús se aparece a dos discípulos en el camino a Emaús, y cuando lo invitan a quedarse con ellos, lo reconocen al partir el pan.(Lucas 24,13-35). Les dejo un antiguo canto llamado "EL PEREGRINO DE EMAÚS", que dice así:
"¿Qué llevabas conversando? me dijiste, buen Amigo, y me detuve, asombrado, a la vera del camino. ¿No sabes lo que ha pasado ayer, en Jerusalén, a Jesús de Nazaret, a quien clavaron en cruz? por eso me vuelvo en pena a mi aldea de Emaús.
Por la calzada de Emaús un Peregrino iba conmigo. No le conocí al caminar, ahora sí; en la fracción del pan.
Van tres días que se ha muerto y se acaba mi esperanza. Dicen que algunas mujeres al sepulcro fueron de alba. Pedro, Juan y algunos otros hoy también allá buscaron; mas se acaba mi confianza, no encontraron a Jesús. Por eso me vuelvo triste a mi aldea de Emaús.
Por la calzada de Emaús...
¡Oh tardíos corazones, que ignoráis a los profetas! en la ley ya se anunció que el Mesías padeciera, y por llegar a su gloria escogiera la aflicción... en la tarde de aquel día yo sentí que, con Jesús, nuestro corazón ardía a la vista de Emaús.
Por la calzada de Emaús...
Hizo señas de seguir más allá de nuestra aldea, y la luz del sol poniente pareció que se muriera... ¡quédate forastero, ponte a la mesa y bendice! y al destello de tu luz, en la bendición del pan, mis ojos conocerán al Amigo de Emaús.
Por la calzada de Emaús..."