Hoy en el Evangelio

Jesús alaba a su Padre porque reveló a los pequeños lo que ocultó a los sabios y prudentes. (Mateo 11,25-30). Les dejo este tradicional canto llamado "PESCADOR DE HOMBRES". Dice así:

"Tú, has venido a la orilla. No has buscado ni a sabios ni a ricos, tan sólo quieres que yo te siga.

Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre; en la arena he dejado mi barca, junto a Ti buscaré otro mar.

Tú, sabes bien lo que tengo. En mi barca no hay oro ni espadas, tan sólo redes y mi trabajo.

Señor...

Tú, necesitas mis manos. Mi cansancio, que a otros descanse, amor que quiera seguir amando.

Señor...

Tú, Pescador de otros lagos; ansia eterna de almas que esperan, Amigo bueno que así me llamas.

Señor..."