Hoy en el Evangelio
Jesús dice a Nicodemo que Él y sus discípulos dan testimonio de lo que han visto y oído, y que quien nace del Espíritu es como el viento; que sopla donde quiere, pero no se sabe de dónde viene ni adónde va.(Juan 3,7b-15). Les dejo este antiguo canto llamado "EL TESTIGO", que dice así:
"Por Ti, mi Dios, cantando voy; la alegría de ser tu testigo, Señor.
Es fuego tu Palabra, que mi boca quemó. Mis labios ya son llamas y cenizas mi voz; da miedo proclamarla, pero Tú me dices: "no temas, contigo estoy".
Por Ti, mi Dios...
Tu Palabra es una carga que mi espalda dobló. Es brasa tu mensaje, que mi lengua secó: "Déjate quemar, si quieres alumbrar; no temas, contigo estoy".
Por Ti, mi Dios...
Me mandas que cante con toda mi voz; no sé cómo cantar tu mensaje de Amor. Los hombres me preguntan cuál es mi misión; les digo: "testigo soy".
Por Ti, mi Dios..."